Cubismo.-

El Cubismo es un movimiento artístico que se propone representar temas de la realidad desde múltiples perspectivas, superponiendo éstas en un mismo espacio mediante trazados geométricos angulares y un uso limitado del color.
Como principales fuentes de inspiración del pensamiento cubista, son señaladas la influencia de los trabajos del pintor francés Paul Cezanne, el amplio interés despertado por la escultura primitiva africana y el rechazo al manejo del color que hacía el Fauvismo.
Entre los años 1906 y 1907 el español Pablo Picasso y el francés George Braque se encuentran en Francia, y comparten las experimentaciones de fondo cubista iniciadas por cada uno de ellos. A pesar de ser Braque el primero en pintar obras bajo las premisas cubistas, es el pintor ibérico quien es proclamado líder y a quien se le atribuye la formalización del movimiento con su cuadro "Las señoritas de Aviñón". Esta obra, que cristaliza la revolución planteada, muestra de manera muy clara la presencia de elementos provenientes del primitivismo y del arte negro africano, motivo por el cual suelen definir esta etapa del movimiento artístico como la Fase Negra. Se puede notar que dos de las protagonistas de la obra llevan máscaras africanas.
En noviembre de 1908, ya en boca de críticos y artistas la revolución propuesta por la dupla, Braque brinda en una galería parisina una exposición con una serie de paisajes de l'Estaque, lugar donde habitaban ambos artistas. Las obras de la muestra se caracterizaron por el uso austero del color y una clara alteración de los volúmenes. El crítico Louis Vauxcelles definió el trabajo como una “bizarrería cúbica”, calificaciones de las que deriva el nombre. Pintores que conformaban los Indépendants de 1910, algunos definidos también como cubistas menores, fueron también duramente criticados por Vauxcelles, señalados de reducir el paisaje y el cuerpo humano a cubos inexpresivos.
A partir de 1910, los trabajos de Picasso y Braque se arraigan en un profundo análisis de la realidad con la intención de lograr materializar todos los planos de los distintos volúmenes de un objeto. Se imponen figuras angulares y líneas rectas, y los colores utilizados se reducen a pardos grises, marrones, verdes y azules, con una clara tendencia a la monocromía. Las obras se convierten en un interesante juego donde el espectador recibe innumerables señales de un objeto que le permiten concebirlo como un todo. Se construye una “realidad pictórica”. Este período es definido como
Cubismo analítico.

Hacia 1912, las ideas del Cubismo empiezan a interactuar con los fundamentos de nuevos planteamientos artísticos. Continúa la búsqueda de convertir las obras en una realidad y nace el collage una técnica que consiste en pegar sobre el lienzo “pedacitos de realidad”: fragmentos de papel, plástico, madera u otros materiales. El método abrevia el camino para capturar múltiples perspectivas de uno o varios objetos en un mismo espacio. Esta fue bautizada como Cubismo Sintético.
Además de Picasso y Braque existieron otros artistas que comulgaron con los principios del Cubismo y crearon obras en las que éste estaba presente en mayor o menor medida. Destacan entre estos, el español Juan Gris y los franceses Fernand Léger, Albert Gleizes y Jean Metzinger. Escritores como Max Jacob y personajes relacionados al mundo del arte, como el publicista Guillaume Apollinaire, se encargaron de difundir y defender postulados del movimiento. Sumando variaciones y ampliando el cubismo más purista, Robert Delaunay impulsó lo que se conoció como Cubismo Órfico, que abría las puertas nuevamente al color, entre otras características.